This is where I'm staying these days. It's small town called Andahuaylillas, part of the province of Quispicanchi, in the Department of Cusco.
A view of the town at sunrise (about 6:30 am).
My nephew Amilkar and myself over mount Cabracancha at sunrise with Andahuaylillas and the Vilcanota river in the background.
A view of the main plaza. The main attraction of the town is its colonial church, Iglesia de San Pedro, built in the early 1600s and famous for its murals, gold and woodwork. They don't allow people to take pictures of the inside but it's truly amazing.
The view from the little balcony of my room at the Hospedaje.
My editing set-up, where I'm working on the Casares family´s documentary about their two year sail around the world.
The reverse view of the hostel. The cat underneath is saying, you can come inside, I'm on the shot.
One of the main roads of the town. To the right is where I check my e-mail. It's also the house of Pedro, Eli and Amilkar, the family that's also my extended family that has helped make my stay here very smooth and warm. Pedro runs this business, the first of its kind in Andahuaylillas.
The facade of the house across the street from the Internet business.
Saturday, July 9, 2011
Sunday, August 8, 2010
Disciplina
Disciplina
Por Teo Matsuda
Introducción
Al empezar el trabajo de edición descubrimos que
aquellos años entre 1968 y 1974, correspondientes a la
etapa formativa del autor, fueron altamente prolijos. El
montón de páginas (los escritos originales), hecho llegar
a nuestras manos a través de un conocido del señor
Matsuda, comprendía más de 800 escritos. No sin
dificultad, pero siguiendo el rigor de ejecución que el
mismo título sugiere, se logró hacer una selección final
de 38 textos. El resultado es un poemario sin fecha de
expiración. Los años transcurridos entre la autoría y la
publicación de estos poemas se pierden en el aire y es
posible escuchar de cerca la voz del poeta que busca y
empieza a encontrarse a sí mismo. Fluctuando entre la
arrogancia del talento artístico y su completa negación,
la poesía del joven Matsuda ya desarrollaba aquellos
elementos que formarían el ADN del total de su obra: la
obsesión por la plasticidad de la palabra, la búsqueda de
una musicalidad propia, la ontología y la metafísica
como vehículos imprescindibles, la debilidad ante el
desenfreno intelectual y el amor a lo irresuelto y el
misterio.
Teo Matsuda, aquel que por convicción nunca quiso
publicar, finalmente decide compartir su trabajo con el
mundo en largo. Y bueno, no sin condiciones, ha
decidido hacerlo en orden cronológico.
Disciplina es su primer poemario público.
El Editor
Diciembre 2009
Disciplina
LIBRO I
Atletismo
I
Dos atletas de la infancia
ensamblan el muslo lírico
Que la educación privada de una democracia precaria
nunca incendió
Ni con roces
Ni con espumas negras
Es hoy que en el jardín futurista
imaginan la creación de un borde sin fondo
Más hondo que la mera agitación intelectual
Sin alma
Sin violación sentimental
Traman y destruyen su nostalgia
cabalgando el lomo del adulterio, la paz
Son cristianos que tienen esclavos
O cineastas que no ven películas
Monjes sin capuchas, a dormir…
A dilatar el almidón de los relojes académicos,
Institucionales
II
Hoy no tengo paladar sólo tijeras
Me quito los anteojos
Miro mi cuerpo como todo un mamífero
Lleno el cenicero de alegría
Este domingo en que la noticia parece cuadrada
Y el telediario no da rienda suelta a…
Me dibujo
Me estreno en todas las esquinas
Hoy domingo sacrifico los centavos que me quedan
Intuyo la misa diabólica de la risa
Y me persigno ante la duda histórica
De mi propia manía:
La manera en que tomo el café
Parece ser inteligente
Esta manera de quebrarme
De dar hormiga al presente
III
La ruta de los techos líquidos interrumpe
La cordialidad de la concentración
El enemigo más lento demora la mirada
Pero no la detiene
Ni en el evento horizontal de la nueva altura
Luego la dilución y el flujo
La distensión lumbar que inmoviliza la nuca
Y concede esa pereza metafísica…
(Seguir la descripción del ejercicio:
Hundir la almohada sin la coyuntura del cráneo
Sin la curvatura ósea del sueño y los orines)
Pura orilla sin cuerpo
La tregua en el paladar de la palabra
La invoco, pero aún no en sueños
IV
Al checo
Al cuerpo del checo
Y a la madrugada empedernida de su alma
Al amanecer mordido por gatos oscurantistas
Que vuelven a nacer del humo
Que nacen en su pulmón y despiertan con un
Fino maltrato
Y un exquisito padecer
Muere pero come
Mata pero sigue queriendo
Escribe cuando duerme
Cuando ya no puede fumar más
El checo no miente pero el checo resbala
se
resbala al sol
La demora bifocal nace de este entrampamiento entre lo
intelectual y sus aplicaciones; que suene el teléfono y
arranque los pies de mi meditación, que los policías
invadan los malecones de paraguay, que la sorpresa entre
la adormidera y la demanda es inversamente
proporcional al volumen esférico de mis tentaciones 1
VI
(Busto)
Mi aspecto griego
Mi alma macedonia
Da marcha atrás al tercer respiro
Fuma, tose, escoge
Violenta series de palabras
Mi aspecto griego
Mi alma macedonia
Funge de bisagra o puente
De reliquia flotante o recuerdo intravenoso
No destruye el monumento
Se convence de que la carne es un teatro
Mi aspecto griego
Mi alma macedonia
Duerme tras los telones
Funde los anillos sin mirar
Escribe detrás de los verbos transitivos
Mi aspecto griego
Mi alma macedonia
Cosecha tres letras
invoca la boca y
LIBRO II
Espuelas
I
El pico emplumado no mastica la verdad en una fotografía
El aire en lo más mínimo y el pánico atmosférico
Excitan el átomo -me abanico dos veces-
Y así las partículas humanas crecen en servitud, o sea,
En torbellinos azules, deshojando telarañas secretas
Junto al globo terrestre
Junto al avión, la guitarra
Y la maquinaria verbal del miligramo
Una despedida en lugar de comenzar
Una pequeña pausa a modo de sueño
Al crecer dormir respirar
Al quitarme las zapatillas
No alcanzo las estrellas
II
Los tímidos sonidos de la noche
La luna y su esclavo rumor
La fuente de imperecederos trenes que no mastican más
cielo
Todo canta y despierta
Sin luz propia
Todo brilla en las huellas
De los camiones de los pies de las veredas
Una carretera lleva mi nombre a otro hemisferio
Del movimiento he sentido sus arbustos arder en fuego
Como mis pies arden luego
De una tregua encendida por mi escolta
Los centinelas de mi castillo mueren
Con las campanas del tercer día y el anillo de
compromiso se
derrite en la circunstancia
Elijo arder y ser una polilla
Chamuscar mi esencia y doblar las esquinas
Como brújula que mira las arañas
Y magnetiza la muchedumbre en la esquina opuesta
Cuando el bus se detiene envidio el sueño ajeno
Y el lúcido despertar de las tentaciones
Paridas por el líquido, furor sólido e indispensable
Acuático hasta dormir
Sin paciencia el elemento que invoca
Las murallas tórridas del plástico de la industria
Y la humareda política la cortina invisible del espejo
La lupa con que la piedra vitrina
La soledad la entraña la conquista….
Intento dormir
III
Sol en espejo
Atlántida nueva e intocable
Tan líquido mi cuerpo tan sabia mi sangre
Invictos soldados de la carne
Suelo y orilla braman
Estrategia torpe pero fanática
Cada dos segundos vuelve a brillar
En mi cámara este mayo
Casi sonrío de espaldas a mi almohada
Y con acento teutónico proclamo:
¡Pero que todo mi cuerpo esté en erosión!
IV
El cuerno prematuro de las horas apuñala
la brisa marina del electrodoméstico
Cuando las fábulas eran incestas
Y el video tape de la mentira ocupaba la pantalla
del aristócrata de plomo y raíz
La Biblia revolucionaria era burguesa
Y lo importante era prescindir del suelo, ponerse las
zapatillas
¿El anillo? Nunca más. No soy sujeto de crédito.
V
Necesito visiones
Entretanto
Rompo mármol con el pico
O cabalgo sobre las huellas digitales de mi ganado
(Cuando estoy solo en el burdel me pregunto quién
viene detrás de mí)
Necesito visiones, carreteras, semáforos, palmeras
Y faroles en tibios planetas
La televisión sigue hablando y ladrando
Anestesiando arena en mis venas
(Cada vez que me vengo me voy)
VI
Hemos llegado a la playa
A sudar sin poros
Durante esos venenos de terapia y tráquea
De corazón y de cobalto…
Todavía somos dos, pienso,
“Un gesto puede ser suficiente para que dios me
obedezca”
Domingo, 3 de Setiembre
LIBRO III
Almario
I
Pasión alimenta infantiles serpientes
A la tercera hora de su regreso
Ellas devoran piedras para el cuerpo
Y la inercia oculta de su sacrificio
Agua y Cielo astillan
Los abismos del fuego
O doce horas volátiles en el sueño bohemio
Coronan la esfinge en su letargo
en su letargo
Su aislante trinidad
Pasión eriza las sucesiones diabólicas
Del juego ascendente y penoso
Verdugo de la crisálida y sus nacimientos
Ríos como sangre navegan la piel
Un laberinto de huecos y máscaras
Por alma
Pasión espira nudos de piedra
Y con sus alas vaporosas pliega
Una minúscula letra
La sílaba de su aliento en el cielo
II
Pasión
En tu ojo anegas el mísero altar
Pasión
Tu ojo
Las olas y el aire
(Almas de un ave plana)
Recuerdan la descarga
Tus besos rotos y mudos
Desvían su curso
Tu curso
Hacia una lluvia lacia
O tormenta en nombre de tus ídolos
Giran
Dando la espalda al mundo
Las palabras
Las mendigas húmedas de tus sueños
III
Pasión navega sin velas
Y a paso de verso marchita
El pergamino de sus primeros días
Y la verde noche la arrastra a una hiedra
Que no pesa ni hiere
Raya en las estrellas
Una infancia cruel
Una estrella en días de jade
Reveló a Pasión un misterio:
Que la sangre sin rito es
Roca sin ave en su memoria
Pasión abanica su navego
Con los tímpanos en vuelo
Su nimbo henchido de locura
Viola el alba al atardecer
*
Pasión se hunde
A Pasión la arrastran
No la dejan morir
LIBRO IV
Dos Que Beben
I
Las cortinas se inflan en cuerpos que bailan
Cuando los ecos se mojan en el ritmo
oblicuo de esta tarde
Camino al mar -menos mal, la terapia.
Geográficamente afirmo que sólo existen dos mapas
Dos rutas posibles
Mi periferia y tú
II
La musa la mesa la mimosa
La facultad curativa de un apóstol
El mozo la mesa la masa
Yo quise decir magnolia
El morbo de un sacerdote contra la noche
Dos cuerpos en un confesionario
Reliquia erótica
Armatoste
III
No discuto tu alma hermana de mis pies; mira lo que
rompes – atas. Piedras de luz, tambores de plata,
ionósferas de papel, letras ingenuas, ociosas, universales.
Cuando yo vuelva seré el imán.
IV
Para Edwin
Dos poetas en escena
Se cubren los ojos y atienden al juego
Y la palabra no hace más que ceder los rastros
No de lo que veo, sino de lo que es canto y fuego
Entre el lenguaje y los márgenes
El tenue roce con la bacteria
El afilado rodar del círculo
-Su terrícola vacilación-
Se suma a las otras apariencias
Regreso sentir
Me encarno en el aire, en tu ventana
Para cubrir tus ojos de acero púrpura
Y de tinta sólida, tu pluma violeta:
El fruto amor es del cuerpo
Yo, violo a Olimpia sobre un tablero de ajedrez
V
Judas tiene el miembro caído
Su sexo callado navegaba
Como una carabela
Como una nave temblando amarilla en el escudo
genealógico
El sonido de las teclas enardecidas
Poniendo algodones
En las membranas angulosas
Mi médula apagaba su vientre fecundado
En plena carretera
Tejiendo estos tres objetos con mis músculos
Ahora ellos me esperan en mi mesa de noche
Donde ha terminado una guerra
Donde ha comenzado mi nombre
Fulgir, sólo por ella
VI
Ciego de fuente mental
Presencia lee noche
En letra oblicua tientas
Luz distrae resultado y la cara apunta al mal
Alma piensa, en alemán,
Que el día ya pasó
Piso páginas sobre cama
Palabras sueltas y sábanas dormidas abren
Dicen cerca a las ventanas
Que el deseo escoge el mal
O el bien de su amor
Libertad de huesos calientes…
Ojos,
Pregunten ahora mismo
LIBRO V
Portuarias
I
(Sechura)
Nunca fuiste un paraíso
Sólo un descanso en la autopista
Como los cementerios de alquitrán en las economías
avanzadas
Tubos de plomo incrustados en la arena
La bacteria aferrándose a la tubería, a la cañería de esta
batería de petróleo
(El agua hace lo suyo desde 1974)
He perdido los documentos, la distancia y los emblemas
patrios
Entre carcasas de gaviotas que acercan las lunas de fuego
Arlequín y verdugo exigen la cadena penitenciaria
De las larvas que ombligan el mundo
La ausencia de malecones, hoteles y santuarios
Me captura jugando a morir mentalmente
Al final de la avenida como humo en espiral
Una bocanada
Otra más
II
La uña larga de los muertos y el pelo viejo de la nariz
El libro rojo nos alumbra, te echas en la carpeta y
piensas:
“Puede llegar el día de la guerra”
III
En la orilla seis vírgenes huyen de mí
Pero toman café con sus nalgas descubiertas
Imaginan que las amo con las piedras que tiro al mar
Con las ondas de mis escupitajos desde este muelle
Las muero al ver como las deliro dormir
Este juego es una gramática imposible de saciar
Una cartesiana garganta de quinceañeras a punto de
arrancarse los sostenes
Basta de música
Nunca más la sal
Dejo las armas y me remango las sotanas
Me despido de los trenes con tu nombre militar 2
IV
Poner en funcionamiento el metabolismo o el sistema
venoso de un reptil. Las alemanas vecinas tosen mucho,
fuman demasiado, cual mamíferos ignorantes. O un
tren algo más intelectual. Mi soledad es solidaria. Deja
de escribirme cada tres palabras.3
V
Al horizonte lo cubre una bolsa de plástico
Así que esta noche podremos medir nuestro pulso
Y pronosticar limosnas
Para que el perro callejero duerma por fin
En mi diván
Ese mercado negro para el mellizo de tu espalda
Elevan altares en el desierto
(soldados con sed= antenas),
Dilatan el kilometraje de sus versos
La geografía se presenta como equilibrio en mi meseta
Sin nariz
Sin tabique en el cerebro
VI
(Retirada)
Conmigo al lado de una aguja de sombra…
¿Dónde está el pescador, el campesino, el cazador?
Soy un animal libre y salvaje
Devoto
¿Por qué nadie me mata?
Los colores miran aturdidos de paisaje
Los hoteles y los carruseles adolescentes
Como aguas telepáticas
Vienen y van
Amarillos, ineficientes
Las horas pasan
Pasan las nubes a gran velocidad
¿Mi corazón?
En tránsito
LIBRO VI
Todo Me Observo
I
(Mano insólita)
En vilo mi ser el ser
Mi suelo más instante
El que habita los pies:
De ellos respira
No de la tierra
No del centro
No es posible desviarme
Gravitante
Miente la imagen
Y el espejo ustorio
Penetra la esfera
Que cautiva cautivo
La voz amanecida predica
El origen-evento de los sueños
Sus labios nombran la verdad
Con la tristeza de las cosas ausentes
Como el rumor de un fuego
Apagado a tiempo
Trazar el cero que es mi cuerpo
El lastre que mi palabra duplica
Hasta que un revés fugitivo
Demore la sombra
Que me estuvo viviendo
Eres la voz que me repite como un todo que no quiere nacer
II
En la frontera
La repetición
El mar
El viento distrae
La marea de la coincidencia
Dos días enteros repujan
El mármol de fuego en mi retrato
Ni libro a la espalda
Ni timonel
Sí lámpara o vela nítida
Párpado del marino en tierra
En las orillas
Al desierto
III
Para yo nacer
La costa se agrieta
Los objetos me desprecian
Se extrañan de mí
Bostezo la palabra que conjura
El mundo del mundo
Sólo mi ayer habita los perfiles de las cosas
Guillotino con premisa falsa:
El corazón es un músculo
IV
Furiosa la repetición umbilical
Que descentra mi luego momento
Otro en mis paredes
Transita esta madrugada lenta
Apagada
Recién nacida
Espinas de lo que llegaremos a ser
Criatura sin nostalgias
Ya sin pausas
Ya sin la dilación
De un nuevo miramiento
V
Que tus ojos detengan la esencia de mi niebla
Augurio donde esquivo
Este himno del sur
¿Cuál de los dos me vive?
¿Cuál de los dos despertará del verso?
Hundo mis estrellas
En esta noche minúscula
En este hechizo de cordura
Que todo comienzo nos hiere de repente
LIBRO VII
Impares
I
Palmeras y condones
tetas, piletas y bicicletas
manzanas mordidas
policías
la inspiración nace del aburrimiento
del abatimiento y el tufo transgresor
inmóviles bajo las mesas vacías
detrás de las piernas cruzadas
un inmueble justo
prolegómeno para que empiece a detestar mi cerebro
otra vez
II
(81H28VCJ)
Nuestros viernes no son una bandera
Son más bien una pestaña al corredor oscuro de la
palabra escrita
O al callejón en que un paladar se envenena
Finalmente, desembarca en arena.
Por tu música
La subterránea fundación de nuestras axilas
III
(Tigre de Mediodía)
Al Cacique Matamoros, 1968
Tu sospecha, poeta, tuerce mi boca
Esta cruda mañana emitida por los alambres y el
Concreto
De la urbe y los testigos de la tempestad del azufre
Aire en los pulmones soleados
En los plomos helechos de la catástrofe
Cuando vuelve inaudible el tráfico donde duerme el
Enemigo
El amor a la bala certera
Al impulso fino de la adormidera
Morder la gotera del insomnio de su compañero de
Celda
Tu palabra es agua en un reloj de hormigas que meditan
En su tímida pero voraz supervivencia
En su encuentro furtivo con la especie
Vienes a mirar el medio día de las nubes
Vicioso al atardecer y al ocultarse de
Cada visión
Cada entonces
Cada musculatura
IV
Mis perros tienen hambre
Los galgos tienen sed
La neblina y el frío
Yo quería decir el mar
Edificios y el musgo en sus ventanas
Ni orificios ni duendes
Sí dormir y bailar
Mis perros tienen hambre
Los galgos tienen sed
Derretir las horas de vidrio de las velas
Llegar a la ciudad a pensar en tránsito, tráfico ilícito y
cartelitos de neón
Leer tu nombre en el periódico y no reconocerte
Mis perros tienen hambre
Los galgos tienen sed
Sri Lanka, 1890
V
El Yo en tu minúscula pupila
Me dilata quieto y silente
Cansino como tus párpados brutales
Y tu barba con sopa
Uno de tus ojos es un sueño detenido
Y el otro es un espejismo físico
¿Es tu alma una moneda o
soñaste conmigo en el monitor de los cuerpos
dominicales?
Huyo del animal humano
Del almanaque sin espejo de tu mirar
Me vuelco a las armas, al instinto matutino
de los sábados
Ya regresan a alimentarnos, Macedonio,
A ponernos la piel
VI
El panadero murmura al oído del asesino,
“parece que atando al ave se busca preservar la vida de
los perros”
(De este pequeño detalle han hecho graffiti en la ladera
sur)
Los mineros dejan los socavones a las diez de la noche
Eternizan el vuelo humano
Prenden muerte en las entrañas de este hospital
Los barcos se hunden en una telaraña
Y todo el viento que infla la vela
En los labios antes de evaporarse
Por Teo Matsuda
Introducción
Al empezar el trabajo de edición descubrimos que
aquellos años entre 1968 y 1974, correspondientes a la
etapa formativa del autor, fueron altamente prolijos. El
montón de páginas (los escritos originales), hecho llegar
a nuestras manos a través de un conocido del señor
Matsuda, comprendía más de 800 escritos. No sin
dificultad, pero siguiendo el rigor de ejecución que el
mismo título sugiere, se logró hacer una selección final
de 38 textos. El resultado es un poemario sin fecha de
expiración. Los años transcurridos entre la autoría y la
publicación de estos poemas se pierden en el aire y es
posible escuchar de cerca la voz del poeta que busca y
empieza a encontrarse a sí mismo. Fluctuando entre la
arrogancia del talento artístico y su completa negación,
la poesía del joven Matsuda ya desarrollaba aquellos
elementos que formarían el ADN del total de su obra: la
obsesión por la plasticidad de la palabra, la búsqueda de
una musicalidad propia, la ontología y la metafísica
como vehículos imprescindibles, la debilidad ante el
desenfreno intelectual y el amor a lo irresuelto y el
misterio.
Teo Matsuda, aquel que por convicción nunca quiso
publicar, finalmente decide compartir su trabajo con el
mundo en largo. Y bueno, no sin condiciones, ha
decidido hacerlo en orden cronológico.
Disciplina es su primer poemario público.
El Editor
Diciembre 2009
Disciplina
LIBRO I
Atletismo
I
Dos atletas de la infancia
ensamblan el muslo lírico
Que la educación privada de una democracia precaria
nunca incendió
Ni con roces
Ni con espumas negras
Es hoy que en el jardín futurista
imaginan la creación de un borde sin fondo
Más hondo que la mera agitación intelectual
Sin alma
Sin violación sentimental
Traman y destruyen su nostalgia
cabalgando el lomo del adulterio, la paz
Son cristianos que tienen esclavos
O cineastas que no ven películas
Monjes sin capuchas, a dormir…
A dilatar el almidón de los relojes académicos,
Institucionales
II
Hoy no tengo paladar sólo tijeras
Me quito los anteojos
Miro mi cuerpo como todo un mamífero
Lleno el cenicero de alegría
Este domingo en que la noticia parece cuadrada
Y el telediario no da rienda suelta a…
Me dibujo
Me estreno en todas las esquinas
Hoy domingo sacrifico los centavos que me quedan
Intuyo la misa diabólica de la risa
Y me persigno ante la duda histórica
De mi propia manía:
La manera en que tomo el café
Parece ser inteligente
Esta manera de quebrarme
De dar hormiga al presente
III
La ruta de los techos líquidos interrumpe
La cordialidad de la concentración
El enemigo más lento demora la mirada
Pero no la detiene
Ni en el evento horizontal de la nueva altura
Luego la dilución y el flujo
La distensión lumbar que inmoviliza la nuca
Y concede esa pereza metafísica…
(Seguir la descripción del ejercicio:
Hundir la almohada sin la coyuntura del cráneo
Sin la curvatura ósea del sueño y los orines)
Pura orilla sin cuerpo
La tregua en el paladar de la palabra
La invoco, pero aún no en sueños
IV
Al checo
Al cuerpo del checo
Y a la madrugada empedernida de su alma
Al amanecer mordido por gatos oscurantistas
Que vuelven a nacer del humo
Que nacen en su pulmón y despiertan con un
Fino maltrato
Y un exquisito padecer
Muere pero come
Mata pero sigue queriendo
Escribe cuando duerme
Cuando ya no puede fumar más
El checo no miente pero el checo resbala
se
resbala al sol
al latido de tu nombre
entonces tú jugando entonces tú inmolando la noche
entonces la imagen bebe de una botella azul una manera
de encenderle un cigarro a la vida pastoril maneras de
vivir moviendo el sol sin decir no gracias y diciendo
todos los días mañana mismo comienzo.
V
entonces tú jugando entonces tú inmolando la noche
entonces la imagen bebe de una botella azul una manera
de encenderle un cigarro a la vida pastoril maneras de
vivir moviendo el sol sin decir no gracias y diciendo
todos los días mañana mismo comienzo.
La demora bifocal nace de este entrampamiento entre lo
intelectual y sus aplicaciones; que suene el teléfono y
arranque los pies de mi meditación, que los policías
invadan los malecones de paraguay, que la sorpresa entre
la adormidera y la demanda es inversamente
proporcional al volumen esférico de mis tentaciones 1
Nota de pie #1: Fragmento del diario de Teo Matsuda. Abril, 1973.
VI
(Busto)
Mi aspecto griego
Mi alma macedonia
Da marcha atrás al tercer respiro
Fuma, tose, escoge
Violenta series de palabras
Mi aspecto griego
Mi alma macedonia
Funge de bisagra o puente
De reliquia flotante o recuerdo intravenoso
No destruye el monumento
Se convence de que la carne es un teatro
Mi aspecto griego
Mi alma macedonia
Duerme tras los telones
Funde los anillos sin mirar
Escribe detrás de los verbos transitivos
Mi aspecto griego
Mi alma macedonia
Cosecha tres letras
invoca la boca y
LIBRO II
Espuelas
I
El pico emplumado no mastica la verdad en una fotografía
El aire en lo más mínimo y el pánico atmosférico
Excitan el átomo -me abanico dos veces-
Y así las partículas humanas crecen en servitud, o sea,
En torbellinos azules, deshojando telarañas secretas
Junto al globo terrestre
Junto al avión, la guitarra
Y la maquinaria verbal del miligramo
Una despedida en lugar de comenzar
Una pequeña pausa a modo de sueño
Al crecer dormir respirar
Al quitarme las zapatillas
No alcanzo las estrellas
II
Los tímidos sonidos de la noche
La luna y su esclavo rumor
La fuente de imperecederos trenes que no mastican más
cielo
Todo canta y despierta
Sin luz propia
Todo brilla en las huellas
De los camiones de los pies de las veredas
Una carretera lleva mi nombre a otro hemisferio
Del movimiento he sentido sus arbustos arder en fuego
Como mis pies arden luego
De una tregua encendida por mi escolta
Los centinelas de mi castillo mueren
Con las campanas del tercer día y el anillo de
compromiso se
derrite en la circunstancia
Elijo arder y ser una polilla
Chamuscar mi esencia y doblar las esquinas
Como brújula que mira las arañas
Y magnetiza la muchedumbre en la esquina opuesta
Cuando el bus se detiene envidio el sueño ajeno
Y el lúcido despertar de las tentaciones
Paridas por el líquido, furor sólido e indispensable
Acuático hasta dormir
Sin paciencia el elemento que invoca
Las murallas tórridas del plástico de la industria
Y la humareda política la cortina invisible del espejo
La lupa con que la piedra vitrina
La soledad la entraña la conquista….
Intento dormir
III
Sol en espejo
Atlántida nueva e intocable
Tan líquido mi cuerpo tan sabia mi sangre
Invictos soldados de la carne
Suelo y orilla braman
Estrategia torpe pero fanática
Cada dos segundos vuelve a brillar
En mi cámara este mayo
Casi sonrío de espaldas a mi almohada
Y con acento teutónico proclamo:
¡Pero que todo mi cuerpo esté en erosión!
IV
El cuerno prematuro de las horas apuñala
la brisa marina del electrodoméstico
Cuando las fábulas eran incestas
Y el video tape de la mentira ocupaba la pantalla
del aristócrata de plomo y raíz
La Biblia revolucionaria era burguesa
Y lo importante era prescindir del suelo, ponerse las
zapatillas
¿El anillo? Nunca más. No soy sujeto de crédito.
V
Necesito visiones
Entretanto
Rompo mármol con el pico
O cabalgo sobre las huellas digitales de mi ganado
(Cuando estoy solo en el burdel me pregunto quién
viene detrás de mí)
Necesito visiones, carreteras, semáforos, palmeras
Y faroles en tibios planetas
La televisión sigue hablando y ladrando
Anestesiando arena en mis venas
(Cada vez que me vengo me voy)
VI
Hemos llegado a la playa
A sudar sin poros
Durante esos venenos de terapia y tráquea
De corazón y de cobalto…
Todavía somos dos, pienso,
“Un gesto puede ser suficiente para que dios me
obedezca”
Domingo, 3 de Setiembre
LIBRO III
Almario
I
Pasión alimenta infantiles serpientes
A la tercera hora de su regreso
Ellas devoran piedras para el cuerpo
Y la inercia oculta de su sacrificio
Agua y Cielo astillan
Los abismos del fuego
O doce horas volátiles en el sueño bohemio
Coronan la esfinge en su letargo
en su letargo
Su aislante trinidad
Pasión eriza las sucesiones diabólicas
Del juego ascendente y penoso
Verdugo de la crisálida y sus nacimientos
Ríos como sangre navegan la piel
Un laberinto de huecos y máscaras
Por alma
Pasión espira nudos de piedra
Y con sus alas vaporosas pliega
Una minúscula letra
La sílaba de su aliento en el cielo
II
Pasión
En tu ojo anegas el mísero altar
Pasión
Tu ojo
Las olas y el aire
(Almas de un ave plana)
Recuerdan la descarga
Tus besos rotos y mudos
Desvían su curso
Tu curso
Hacia una lluvia lacia
O tormenta en nombre de tus ídolos
Giran
Dando la espalda al mundo
Las palabras
Las mendigas húmedas de tus sueños
III
Pasión navega sin velas
Y a paso de verso marchita
El pergamino de sus primeros días
Y la verde noche la arrastra a una hiedra
Que no pesa ni hiere
Raya en las estrellas
Una infancia cruel
Una estrella en días de jade
Reveló a Pasión un misterio:
Que la sangre sin rito es
Roca sin ave en su memoria
Pasión abanica su navego
Con los tímpanos en vuelo
Su nimbo henchido de locura
Viola el alba al atardecer
*
Pasión se hunde
A Pasión la arrastran
No la dejan morir
LIBRO IV
Dos Que Beben
I
Las cortinas se inflan en cuerpos que bailan
Cuando los ecos se mojan en el ritmo
oblicuo de esta tarde
Camino al mar -menos mal, la terapia.
Geográficamente afirmo que sólo existen dos mapas
Dos rutas posibles
Mi periferia y tú
II
La musa la mesa la mimosa
La facultad curativa de un apóstol
El mozo la mesa la masa
Yo quise decir magnolia
El morbo de un sacerdote contra la noche
Dos cuerpos en un confesionario
Reliquia erótica
Armatoste
III
No discuto tu alma hermana de mis pies; mira lo que
rompes – atas. Piedras de luz, tambores de plata,
ionósferas de papel, letras ingenuas, ociosas, universales.
Cuando yo vuelva seré el imán.
IV
Para Edwin
Dos poetas en escena
Se cubren los ojos y atienden al juego
Y la palabra no hace más que ceder los rastros
No de lo que veo, sino de lo que es canto y fuego
Entre el lenguaje y los márgenes
El tenue roce con la bacteria
El afilado rodar del círculo
-Su terrícola vacilación-
Se suma a las otras apariencias
Regreso sentir
Me encarno en el aire, en tu ventana
Para cubrir tus ojos de acero púrpura
Y de tinta sólida, tu pluma violeta:
El fruto amor es del cuerpo
Yo, violo a Olimpia sobre un tablero de ajedrez
V
Judas tiene el miembro caído
Su sexo callado navegaba
Como una carabela
Como una nave temblando amarilla en el escudo
genealógico
El sonido de las teclas enardecidas
Poniendo algodones
En las membranas angulosas
Mi médula apagaba su vientre fecundado
En plena carretera
Tejiendo estos tres objetos con mis músculos
Ahora ellos me esperan en mi mesa de noche
Donde ha terminado una guerra
Donde ha comenzado mi nombre
Fulgir, sólo por ella
VI
Ciego de fuente mental
Presencia lee noche
En letra oblicua tientas
Luz distrae resultado y la cara apunta al mal
Alma piensa, en alemán,
Que el día ya pasó
Piso páginas sobre cama
Palabras sueltas y sábanas dormidas abren
Dicen cerca a las ventanas
Que el deseo escoge el mal
O el bien de su amor
Libertad de huesos calientes…
Ojos,
Pregunten ahora mismo
LIBRO V
Portuarias
I
(Sechura)
Nunca fuiste un paraíso
Sólo un descanso en la autopista
Como los cementerios de alquitrán en las economías
avanzadas
Tubos de plomo incrustados en la arena
La bacteria aferrándose a la tubería, a la cañería de esta
batería de petróleo
(El agua hace lo suyo desde 1974)
He perdido los documentos, la distancia y los emblemas
patrios
Entre carcasas de gaviotas que acercan las lunas de fuego
Arlequín y verdugo exigen la cadena penitenciaria
De las larvas que ombligan el mundo
La ausencia de malecones, hoteles y santuarios
Me captura jugando a morir mentalmente
Al final de la avenida como humo en espiral
Una bocanada
Otra más
II
La uña larga de los muertos y el pelo viejo de la nariz
El libro rojo nos alumbra, te echas en la carpeta y
piensas:
“Puede llegar el día de la guerra”
III
En la orilla seis vírgenes huyen de mí
Pero toman café con sus nalgas descubiertas
Imaginan que las amo con las piedras que tiro al mar
Con las ondas de mis escupitajos desde este muelle
Las muero al ver como las deliro dormir
Este juego es una gramática imposible de saciar
Una cartesiana garganta de quinceañeras a punto de
arrancarse los sostenes
Basta de música
Nunca más la sal
Dejo las armas y me remango las sotanas
Me despido de los trenes con tu nombre militar 2
Nota de pie #2: Cartagena. Marzo, 1974.
IV
Poner en funcionamiento el metabolismo o el sistema
venoso de un reptil. Las alemanas vecinas tosen mucho,
fuman demasiado, cual mamíferos ignorantes. O un
tren algo más intelectual. Mi soledad es solidaria. Deja
de escribirme cada tres palabras.3
Nota de pie#3: Fragmento del diario de Teo Matsuda. Junio, 1968.
V
Al horizonte lo cubre una bolsa de plástico
Así que esta noche podremos medir nuestro pulso
Y pronosticar limosnas
Para que el perro callejero duerma por fin
En mi diván
Ese mercado negro para el mellizo de tu espalda
Elevan altares en el desierto
(soldados con sed= antenas),
Dilatan el kilometraje de sus versos
La geografía se presenta como equilibrio en mi meseta
Sin nariz
Sin tabique en el cerebro
VI
(Retirada)
Conmigo al lado de una aguja de sombra…
¿Dónde está el pescador, el campesino, el cazador?
Soy un animal libre y salvaje
Devoto
¿Por qué nadie me mata?
Los colores miran aturdidos de paisaje
Los hoteles y los carruseles adolescentes
Como aguas telepáticas
Vienen y van
Amarillos, ineficientes
Las horas pasan
Pasan las nubes a gran velocidad
¿Mi corazón?
En tránsito
LIBRO VI
Todo Me Observo
I
(Mano insólita)
En vilo mi ser el ser
Mi suelo más instante
El que habita los pies:
De ellos respira
No de la tierra
No del centro
No es posible desviarme
Gravitante
Miente la imagen
Y el espejo ustorio
Penetra la esfera
Que cautiva cautivo
La voz amanecida predica
El origen-evento de los sueños
Sus labios nombran la verdad
Con la tristeza de las cosas ausentes
Como el rumor de un fuego
Apagado a tiempo
Trazar el cero que es mi cuerpo
El lastre que mi palabra duplica
Hasta que un revés fugitivo
Demore la sombra
Que me estuvo viviendo
Eres la voz que me repite como un todo que no quiere nacer
II
En la frontera
La repetición
El mar
El viento distrae
La marea de la coincidencia
Dos días enteros repujan
El mármol de fuego en mi retrato
Ni libro a la espalda
Ni timonel
Sí lámpara o vela nítida
Párpado del marino en tierra
En las orillas
Al desierto
III
Para yo nacer
La costa se agrieta
Los objetos me desprecian
Se extrañan de mí
Bostezo la palabra que conjura
El mundo del mundo
Sólo mi ayer habita los perfiles de las cosas
Guillotino con premisa falsa:
El corazón es un músculo
IV
Furiosa la repetición umbilical
Que descentra mi luego momento
Otro en mis paredes
Transita esta madrugada lenta
Apagada
Recién nacida
Espinas de lo que llegaremos a ser
Criatura sin nostalgias
Ya sin pausas
Ya sin la dilación
De un nuevo miramiento
V
Que tus ojos detengan la esencia de mi niebla
Augurio donde esquivo
Este himno del sur
¿Cuál de los dos me vive?
¿Cuál de los dos despertará del verso?
Hundo mis estrellas
En esta noche minúscula
En este hechizo de cordura
Que todo comienzo nos hiere de repente
LIBRO VII
Impares
I
Palmeras y condones
tetas, piletas y bicicletas
manzanas mordidas
policías
la inspiración nace del aburrimiento
del abatimiento y el tufo transgresor
inmóviles bajo las mesas vacías
detrás de las piernas cruzadas
un inmueble justo
prolegómeno para que empiece a detestar mi cerebro
otra vez
II
(81H28VCJ)
Nuestros viernes no son una bandera
Son más bien una pestaña al corredor oscuro de la
palabra escrita
O al callejón en que un paladar se envenena
Finalmente, desembarca en arena.
Por tu música
La subterránea fundación de nuestras axilas
III
(Tigre de Mediodía)
Al Cacique Matamoros, 1968
Tu sospecha, poeta, tuerce mi boca
Esta cruda mañana emitida por los alambres y el
Concreto
De la urbe y los testigos de la tempestad del azufre
Aire en los pulmones soleados
En los plomos helechos de la catástrofe
Cuando vuelve inaudible el tráfico donde duerme el
Enemigo
El amor a la bala certera
Al impulso fino de la adormidera
Morder la gotera del insomnio de su compañero de
Celda
Tu palabra es agua en un reloj de hormigas que meditan
En su tímida pero voraz supervivencia
En su encuentro furtivo con la especie
Vienes a mirar el medio día de las nubes
Vicioso al atardecer y al ocultarse de
Cada visión
Cada entonces
Cada musculatura
IV
Mis perros tienen hambre
Los galgos tienen sed
La neblina y el frío
Yo quería decir el mar
Edificios y el musgo en sus ventanas
Ni orificios ni duendes
Sí dormir y bailar
Mis perros tienen hambre
Los galgos tienen sed
Derretir las horas de vidrio de las velas
Llegar a la ciudad a pensar en tránsito, tráfico ilícito y
cartelitos de neón
Leer tu nombre en el periódico y no reconocerte
Mis perros tienen hambre
Los galgos tienen sed
Sri Lanka, 1890
V
El Yo en tu minúscula pupila
Me dilata quieto y silente
Cansino como tus párpados brutales
Y tu barba con sopa
Uno de tus ojos es un sueño detenido
Y el otro es un espejismo físico
¿Es tu alma una moneda o
soñaste conmigo en el monitor de los cuerpos
dominicales?
Huyo del animal humano
Del almanaque sin espejo de tu mirar
Me vuelco a las armas, al instinto matutino
de los sábados
Ya regresan a alimentarnos, Macedonio,
A ponernos la piel
VI
El panadero murmura al oído del asesino,
“parece que atando al ave se busca preservar la vida de
los perros”
(De este pequeño detalle han hecho graffiti en la ladera
sur)
Los mineros dejan los socavones a las diez de la noche
Eternizan el vuelo humano
Prenden muerte en las entrañas de este hospital
Los barcos se hunden en una telaraña
Y todo el viento que infla la vela
En los labios antes de evaporarse
Tuesday, July 27, 2010
A note on Inception
Dreams. Inception tells us that dreams are about violence and shootouts and destruction. We all know that dreams are not that, movies are. So once again, Hollywood delivers a movie about movies, with endless references to other movies (we should make a point in calling it self-referential, as it is an industry referencing itself, its past achievements, the kind of which the same industry would not dare produce anymore). Inception creates an intricate web of pseudo scientific information to justify the world in which the action takes place. The movie, all its two and a half hours, alternates between the characters explaining retarded ideas, and pointless violence. But it is a movie designed to fool people into thinking it is intelligent. Just as in the Dark Knight, the other absurdly overrated movie by the same director, Inception is filled with plot intricacies that make the viewer believe that if they get distracted for a second they will miss on something important. The truth is they won't. All that verbal diarrhea, delivered very seriously by industry acting professionals, says nothing. Nothing. What it is doing is setting up the visual effects people are about to see in the next scene. I want lots of visual effects! the world seems to be screaming. So the filmmakers set up a world in which they can deliver that demand. And audiences used to watching fantasy movies that are even worse than this (although perhaps not worse since they do no pretend to be more than mere vapid entertainment) choose to believe this is an intelligent movie, even a masterpiece. Really? Dreams within dreams within dreams... what is reality? Oh, what an interesting question... but excuse me, someone is about to kill me... Oh! and time is running out. Yes, let's get the hell out of the theater now, time is running out indeed.
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